Entendiendo que, para el 2050 se estima que el 70% de niños a nivel mundial vivirán en áreas urbanas y, que en el Ecuador más del 25% de la población tiene entre 0-14 años de edad, Cuenca es además de las ciudades más jóvenes en Latinoamérica (54% población menor a 30 años), es claro que tanto ciudadanos como planificadores urbanos y gobiernos locales estamos en la obligación de tomar acciones para diseñar y construir ciudades amigables con la infancia, capaces de proveer espacios que permitan mejorar condiciones de vida para todos los niños y niñas, defender sus derechos y de esta manera fomentar un desarrollo saludable que beneficie a toda la población.
En Cuenca, desde el año 1999 se ha intentado implementar políticas públicas que promueven la movilidad alternativa, sin embargo, la priorización de peatones en la elaboración de los planes de movilidad todavía es una necesidad, dentro de los cuales las voces de niños, niñas y adolescentes han sido especialmente descuidados, profundizando las brechas de inseguridad y desigualdad existentes en la ciudad.